viernes, 26 de septiembre de 2008

Miedo - Positivo o negativo?

El miedo es una emoción primaria provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente o futuro.
Desde el punto de vista psicológico es un estado afectivo, emocional, necesario para la correcta adaptación del organismo al medio, que provoca angustia en la persona.
Todos sentimos miedo en nuestra vida, gracias a él hemos llegado a sobrevivir como especie. De no ser así habríamos muerto bajo las patas de un mamut hace miles de años.
Está asociado a palabras como “riesgo”, “amenaza” y “vergüenza” y a lo largo de la historia se ha recurrido a él para mantener “orden” en las sociedades.
Desde chiquitos nos educan con miedo para poder controlarnos. Aprendemos a tener miedo. Desde los cuentos infantiles como por ejemplo “El hombre de la bolsa”, pasando por el colegio y hasta en la propia familia, los castigos nos van haciendo temerosos.
Las religiones hablan y “usan” el miedo todas ellas.
Por enumerar razones podemos decir que el miedo:
- Nos sirve de protección.
- Nos mantiene alerta de posibles amenazas.
- Estimula la imaginación.
Concluimos que es positivo?
También podríamos decir que:
- Nos vuelve conservadores, conformistas.
- Nos paraliza.
- Nos aísla.
Es negativo entonces?
De hecho vemos que nos puede venir bien y despejarnos caminos o nos puede llevar a la destrucción.
Hay que enfrentar al miedo tomando sus partes positivas y luchando contra las negativas.
Si ignoramos su parte “buena” nos estaríamos quedando a merced de cualquier peligro que nos esté acechando.
Si lo sobre valoramos puede convertirse en sensaciones más pesadas como la ansiedad o la fobia que no son sino otra cosa que sentir miedo sin que parezca existir algún motivo claro. Estas nacen en la trampa del “exceso de protección”, generando más inquietud e inseguridad y retroalimentándose.
Los caminos para conquistar al miedo son básicos:
Aceptándolo e identificándolo primero y centrándonos en nuestra motivación para vencerlo después.
La voluntad, la razón y el por qué, la motivación en definitiva, es el arma más potente de la que disponemos para vencer al miedo y no caer en su lado negativo.

“El miedo es como un fuego en nuestro interior, si lo controlamos nos mantendrá calientes para seguir peleando, pero si no lo controlamos se extenderá y nos devorará”


gah.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Yo, argentino

Otra vez insistiré con llamar a las cosas por su nombre, no quiero pecar de obcecado pero considero importante que estemos de acuerdo en al menos las definiciones.
Con el evento de los JJ. OO. que acaba de terminar en Beijing, me vuelve el tema de las nacionalidades de los deportistas que representan a los distintos países.
Cómo puede ser que un país esté representado por deportistas que no nacieron ahí?
No son los juegos olímpicos justamente un evento de representación por países? Para qué entonces ponemos el listado de “el medallero” contando los metales que consigue cada país si en realidad muchos ganadores son nacidos en otro sitio?
Algo parecido pasa en los mundiales de fútbol y en otros deportes como el rugby.
Creo que esto atenta contra el desarrollo del deporte competitivo en los países que tienen menos recursos, porque cuando un joven deportista muestra alguna dote, algún país de los “poderosos” lo nacionaliza y se lo lleva para que lo represente.
Es muy distinto que un deportista juegue para un equipo en otro país, ya sea amateur o profesionalmente a que lo represente.
En estos juegos pudimos ver como chinos yudocas representaban a USA ó argentinos representaban a Italia.
Un caso paradigmático es el equipo del tenis de mesa español femenino, en el cual ninguna de sus tres participantes es nacida en España.
Quiero que quede muy claro que no estoy en contra de que cualquier persona trabaje o practique un deporte en cualquier lugar del mundo, pero estamos hablando de “representar” a un país.
En el ciclismo, por ejemplo, en las competiciones importantes como El Tour de Francia o La Vuelta a España se participa en “equipos”, es decir que un equipo puede tener ciclistas de distintas nacionalidades y el que gana, además del propio deportista es el equipo. Pero en los JJ.OO. en las pruebas de ciclismo, los participantes no son equipos sponsoreados, sino deportistas representando a sus países.
En conclusión, no me gusta que un argentino, brasileño o marroquí represente a España, Italia o USA. En las competiciones por países, equipos con jugadores de dichos países; en otro tipo de competiciones da lo mismo.


“El deporte no forja el carácter, lo pone de manifiesto”

gah