Bomberos
En estos momentos de crisis financiera global podemos ver claramente el actuar de políticos, economistas y demás actores de la clase dirigente, como llegan tarde a abordar un problema.
Porque hay dos maneras de solucionar una crisis (un problema en definitiva), una es trabajando para evitarla, estudiando las causas que la pueden llegar a producir o que la van produciendo, atacando sus raíces y tomando medidas a medida que se van desarrollando los hechos; la otra es actuando como un bombero, sobre las consecuencias, sobre el hecho consumado, tratando de apagar el quilombo que generó ese problema.
De más está decir que la primera de las maneras es la más difícil, porque hay que darse cuenta de la posibilidad del nacimiento de dicho problema y es ahí donde radica la dificultad. No todos ven el inicio de un desbarajuste por diferentes razones. Actuar antes de tiempo puede ser un riesgo si el pronóstico no es el acertado, entonces lo más fácil por común que sea, es esperar a que se desarrollen los acontecimientos, y una vez empezados estos sólo queda actuar sobre ellos.
Este es el punto donde la gente que sabe sobresale del resto, los que “leen” los acontecimientos y actúan rápidamente son los que realmente valen.
Cuando se trata de problemas relativamente chicos quizás no signifique tener graves consecuencias y el actuar sobre ellas no sea tan doloroso. Pero al ser un gran problema, actuar tarde puede llegar a ser letal.
Un ejemplo es el del presidente del Banco Central Europeo que dejó las tasas de interés altas durante todo el año mientras la crisis iba aumentando de tamaño como una bola de nieve descendiendo por una montaña, aduciendo que lo importante era parar la inflación y no viendo a la velocidad que se iban frenando todas las economías del continente.
Mientras hace quince días decía que dejaba el índice en el mismo valor, sólo cinco días después las baja medio punto (que no es poco), admitiendo de facto el gran error en el que había incurrido.
Lo mismo es el caso del presidente español y su ministro de economía, que hace sólo tres meses tildaban casi de terroristas a los que hablaban de una fuerte crisis y ahora mismo también presentando unos presupuestos basados en una subida del uno por ciento del PBI, cuando ya todos los economistas hablan de una segura recesión para el año que viene.
Es importante tener un cuartel de bomberos por cualquier fatalidad que pudiera ocurrir, pero más importante es tener un plan de prevención y de contingencias.
Los dirigentes que se equivocan a menudo o en casos graves tienen que apartarse o ser apartados de la dirigencia, de lo contrario la sociedad pierde confianza en el sistema y hacer que la recobre lleva mucho tiempo, dinero, puestos de trabajo, etc.
“En momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”
gah
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